2 de marzo de 2009

Mal Incurable...


Al abrir lentamente los ojos vio hacia arriba y el techo blanco la asustó, se paró de forma casi inmediata al saber que no estaba en su casa, se vio rodeada de aparatos extraños, no tenía más que un camisón encima y un pequeño tubo salía de su mano...




Se dejó caer hacia atrás haciendo algo de ruido, - otra vez aquí, es imposible... - pensó. No tenía idea de como había llegado pero estaba casi segura del porque y eso la enfadaba.




Abrieron la puerta y entró esa joven de bata blanca y rodeada de otras dos que tenían en sus manos lo que parecía su historial, y era bastante grande.




La que parecía la jefe, una chica algo bajita y de cabello ensortijado oscuro dijo -Nymphadora, de nuevo por aquí, por favor descríbanos los síntomas...




Está bien, el nombre no se va, se repite de forma infinita, olas de tristeza azotan mi corazón dejándome sin aliento, cambios de humor, no tengo ganas de nada...Basta, Nymphadora, dijo la Dra., estamos llegando a la conclusión de que su mal es incurable, ¿Cómo es posible que hayas vuelto y estés en las mismas condiciones?-




Es verdad, dijo una joven arreglándose los lentes, y su cabello ondulado oscuro, su enfermedad está llegando a su cumbre límite, si deja que la carcoma no podremos hacer nada y suplantando la verdadera cura y leyendo analgésicos lo único que logra es ocultar su condición.




Tendremos que extraer el tumor de una buena vez, dijo una joven más bajita parecida a la anterior pero con una falda y botas de cuero que revisaba la interminable carpeta, porque si no lo hacemos no se que pueda suceder, dijo cerrando sonoramente la carpeta...




Nymphadora estaba asustada, en su mente esas palabras taladraban su pobre alma..."extraer"..."no podremos hacer nada"..."incurable"..."tumor"??? pero su corazón no es ningún tumor...




Hey!, dijo la chica de cabello ensortijado, ¿nos ha escuchado? ¿Qué piensa hacer?




Nada...




Todas las doctoras se quedaron viendo con angustia y sorpresa, y la jefa dijo con severidad, ¿Cómo que nada?




No puedo hacer nada, he intentado de todo, y ya nada ha funcionado, prefiero morirme así antes de que me extraigan lo poco que me queda de lo que fue mi corazón...




Está bien, haga lo que crea conveniente, es su vida al fin y al cabo, dijo la Dra. de las botas encogiéndose de hombros, y todas salieron sin mirar atrás.




Desconsolada, Nymphadora se cogió las piernas y hundió su cabeza en las sábanas blancas de su cama, iba a morir y no había nada que alguien pudiera hacer. Una lágrima cayó por su mejilla, pero de repente y alguien entró, era la Dra. del cabello ensortijado, pero, ¿Qué hacía aquí?




No me diga nada señorita, vengo a darle algo de información así que cállese y escuche...






Continuará...




2 comentarios:

zyrkero dijo...

Por suerte hay cura para eso...

Anónimo dijo...

...de pronto la solución sea un transplante...
Matilde