27 de septiembre de 2009

Desapasionada


Triste es pensar que en algún momento de mi vana vida tuve un sueño. Talvez tuve demasiados, talvez ninguno de ellos era lo suficiente grande como para dedicar mi vida a ello, talvez, simplemente talvez, no tuve ningún sueño.


Hoy por hoy, el alma que habita en este cuerpo bambolea entre la duda de no saber como actuar, y la desesperación solitaria de no saber que hacer. No tengo un sueño por el que luchar, nada me apasiona, ni mi carrera, ni la vida, ni la muerte, ni si quiera la esperanza de encontrar el amor, que cada vez que creo que lo encuentro resulta ser falso, vacío, e incómodo.


Vivo y muero todos los días en un mundo opaco y gris. Todo lo que un día fue un arcoiris de colores vivos se desvanece y pasa a una escala de grises que hace de mi vida un infierno del que no puedo salir, por más que lo intente, por más que lo trate.


Siento que no voy a llegar a nada, a ningún lugar sin una pasión en mi vida, sin algo por lo que seguir adelante se que no aprenderé nada, no haré nada que valga la pena, no dejaré ninguna huella.


En este momento de mi existencia soy tan común como cualquiera, incluso soy peor que común, soy del montón. Una joven ecuatoriana, no muy bonita, no muy alta, no muy inteligente, nada especial. Solo alguien más que busca iluminar su vida con lo poco que le rodea, tratando inalcanzablemente de ver una luz en medio de tanta sucia y sanguinolenta oscuridad.


A quien le interesa esto, me pregunto yo, saben que ni siquiera a mi, y eso es lo más triste del asunto.


Solo quiero irme lejos de absolutamente todo, incluso de mi misma.


Con desesperación contenida,


Nymphadora


4 comentarios:

Alessa dijo...

¿Qué tal?

Uhm... pues, yo suelo sentirme igual a menudo. Poco a poco estoy saliendo...

Cuando encuentres ese "algo" que te apasione... haz lo imposible por conseguirlo...

=)

Lina Safi dijo...

Precioso blog!

Ricardo Astrauskas dijo...

Actualiza, un beso

Lord Croxus dijo...

Pasaba por aquì. Me gustò lo que leì. Asomaraste.


Saludos.