Caminando sueño...

Mis ojos, mi piel, mi espíritu lo sienten.

Un frío helado recorre mi cuerpo, y abro los ojos lentamente. Veo un cielo algo gris y oscuro por la lluvia cercana. Paso mis manos por mi cabello rizado, y la cinta negra que agarra mis rizos cae sobre el vestido de satín violeta y encaje que viste mi cuerpo.

Me levanto y veo mi piel blanca como la nieve tocar la fría hierba de un cementerio. Alzo la vista y me encuentro en una colina llena de tumbas y de frío. Pero algo me dice que eso no es todo. Trato de levantarme y mi dedo se pincha con un espino cercano y una gota de sangre cae en la tumba que se encuentra a mi lado.

Mis ojos no creen lo que ven, mi alma no quiere aceptarlo. él ha muerto, hace no mucho ya y yo sin pensarlo me he dirigido a su tumba para acompañarlo, por última vez.

- “Te amo, siempre lo he hecho y siempre lo haré, no importa si estás vivo o muerto, yo te encontraré” -

Conjuré mientras una brisa agitó mis rizos y una lágrima resbaló por mi mejilla. En verdad se había ido, pero, ¿era para siempre?

- Mi vida… -

Escuché, y me asusté, se supone que estaba sola en mi dolor pero no fue así. Alguien me encontró en medio de la muerte.

Di la vuelta lentamente, buscando aquella voz, y con algo de curiosidad me fijé en la persona que se dirigió a mí en forma tan familiar. Era él, no había duda alguna de ello, los mismos ojos, la misma mirada, mismo espíritu, otro nombre.

Las tumbas desaparecieron, el frío se fue. El calor de la tarde volvió, mis ropas cambiaron. La sonrisa volvió a mi cara y esa lágrima se convirtió en flor para caer finalmente en mi mano.

Me abrazó y lo abracé…el calor de la tarde me invadió…me aparte un poco para verlo mejor y me di cuenta de lo perfecto que alguien puede llegar a ser.


…

Anochece tan rápidamente, las estrellas invaden el cielo y la luna se posa en la cumbre de la oscuridad de la noche alumbrando el cielo. Él se ha ido de nuevo, solo fue una nube juguetona la que me dio un momento mágico antes de volver a la realidad. Se hizo a un lado para dejar salir los últimos rayos de sol y así calmar mi pobre y frío corazón.

Miré la luna con desdeño y caminé por aquel camino de nuevo, con algo de seguridad, porque se que ese sueño puede ser realidad, aunque sea solo por pocos momentos mientras se pone el sol, hasta que encuentre de nuevo a ese alguien más.

p.D.: ... adiv im selatromni somos aroha

Con amor

Nymphadora