ROTO. Segunda Parte

Ayer se me rompió otra vez el corazón. No creí posible que eso pudiera suceder dos veces en tan corto tiempo, pero el mío ha probado su valor. En menos de tres semanas ha resistido lo que ninguno ha hecho.

La trágica historia comienza así. Todo se estaba acomodando en mi vida, después de la primera rotura. Trataba de evadir pensamientos suicidas y reprimía mi ira para evitar espectáculos de cualquier tipo. Pero para ese par de personas a las que llamaré Rosalinda (por el color rosa que siempre usa) y Fernando (porque la Taty* me dijo que era el nombre de un chico patético) no les fue suficiente.

Me hice a un lado y casi ni les hablaba, ¿qué más pueden pedir? Definitivamente no parece que a ninguno de los dos les estorbe la verdad, últimamente pasean abrazados por todo el lugar sin ningún remordimiento.

Pero, el mensajero de la Parejita Real (que alega no venir como mensajero ,el muy cínico) me dice:

“ Es que a pesar de todo tu actitud afecta…porque Fernando quiere algo con Rosalinda y cuando el trata de hacer algo, sales tú a flote y todo se arruina”

¿Pueden creerlo? Yo soy la que arruina TODO!!!. Cuando lo único que hago es hacerme a un lado. Y cualquiera diría, tan linda Rosalinda, tan querida, se preocupa por mi…

Patrañas!!! No piensa en mi, y si lo hace y lo hizo, es porque me usa como excusa, como patética excusa. Tiene tanto miedo de expresar lo que siente que no sabe que más decir. Admítanlo hombres y mujeres, en el amor y la guerra todo se vale.

En fin, no lo iba a permitir,

¿Pasar de víctima a victimaria?

¿De persona a corta notas?

¿De corta notas a excusa?

Jamás, nunca en lo que me queda de vida. Así que ni bien vi a Rosalinda le desee lo mejor y de dejé muy claro que me afecta, que al final, ella se haya quedado con él, (y ¿a quién no? soy una chica, no soy de palo), pero que no iba a ser la causa de la infelicidad de dos personas, que, al fin y al cabo, son mis amigas.

Yo no entiendo a las personas, tienen a su alcance el cielo y prefieren seguir en el infierno. Pueden simplemente comunicar lo que sienten, resolver sus problemas con valentía y dejar las cosas en claro, pero no, se tragan las palabras y lo dejan pasar.

Cobardes les digo!!! Yo, Ana María Salinas, me doy cuenta que si una persona no va a ser feliz conmigo no voy a forzar la a estar conmigo. El amor es algo que nace y se da, no que se quita o se compra.

Al final del día me di cuenta que por más valiente que me porté, algo se rompió por ahí. El dolor en el pecho me puso en la pista y concluí que era dolor de corazón roto, del cual ya solo queda polvo microscópico.

Eres un sol, me dijo él, pero la verdad me estoy olvidando como brillar.

*Una de mis compañeras de la Universidad